jueves, 8 de mayo de 2014

Leiva & Sidecars, pop-rock familiar

El ex Pereza está embarcado en la gira de su segundo disco en solitario "Pólvora". Su hermano Juancho le acompaña en el tour mientras combina la gira y promoción de su propia banda, Sidecars ("Fuego Cruzado", 2014). 


TEXTO DE ANDREA GARCÍA UBIETO




Leiva y su Leiband


Pocas veces podemos ver tanta compenetración familiar en un directo. Y es que los hermanos Conejo Torres tienen una complicidad máxima. Leiva y Juancho, con sus movimientos acompasados, se meten al público en el bolsillo.

En el concierto que el pasado 12 de abril ofreció Leiva en la Sala Oasis de Zaragoza era más fácil conectar con los asistentes que en las cuatro noches de La Riviera. Tener al público a escasos centímetros del escenario es algo que los artistas agradecen. Se nota la cercanía, puedes apreciar cada acorde y mirada de complicidad entre la "Leiband" (la banda de Leiva, manera en que ellos mismos se denominan).






"Los cantantes", canción con la que empieza el LP "Pólvora" y con la que Leiva y su Leiband comenzaron a deleitar al público. Tras ella, vinieron otros éxitos del nuevo disco como "Afuera en la Ciudad" o "Terriblemente Cruel". También hubo hueco para canciones compuestas por Pereza: con "Animales" y "Superhermanas" el público saltó y cantó al unísono. 

Tiempo para tener a Leiva sólo en el Escenario con "Aunque sea un rato", de su anterior disco "Diciembre". Emoción con otro de sus temas más lentos, "Vis a Vis". Otros sencillos como "Eme" y "Ciencia Ficción", fueron de los más aclamados por la zaragozana sala.

El propio Leiva pidió al público en su última canción antes de despedirse que dejaran los móviles y cámaras a un lado y sintieran la emoción de la música en directo. Como antes de que existieran las nuevas tecnologías, los asistentes se limitaron a acompañar a Leiva con su "Lady Madrid" ("Aviones", Pereza). Un placer.








Sidecars, la grabación de un directo



No es fácil grabar un directo. Y, menos, musical. Con Sidecars fue "coser y cantar", nunca mejor dicho. El pasado 23 de abril, la sala Independance (Doctor Cortezo, 1, Madrid) fue el lugar elegido para grabar "A Solas", el mítico programa de la cadena Sol Música. 

El grupo madrileño destacó su potencial en un mini-directo. Sin problemas y solamente una breve pausa para eliminar el sudor en las caras de los artistas, cosas de la tele. Para no molestar durante la grabación, desde la dirección de Sol Música se indicó cómo los asistentes podrían solamente tomar fotografías de la primera actuación. Como no podría ser de otra manera, "De Película", nuevo single del tercer disco de la banda ("Fuego Cruzado"), fue el elegido para comenzar el show.

Interacción entre público y banda en un mini-concierto, sí, es posible. Tras hacer una breve presentación de los temas más potentes del nuevo trabajo, los asistentes pidieron al grupo madrileño una última canción. Diferentes propuestas, tanto del disco nuevo como de los dos anteriores ("Cremalleras", 2010 y "Sidecars", 2008).


La elegida fue "Cremalleras", primer single del disco homónimo, que el público coreó junto a la banda. Muchas ganas de ver el resultado. Muy pronto, en Sol Música.


jueves, 6 de febrero de 2014

Sorprendentemente… La Pócima de Josu García. Entrevista a su faceta como productor

"Me interesa mucho la figura del productor como artista"

Josu García, donostiarra de nacimiento, nos explica cómo un buen productor tiene que dominar el mundo de las emociones y la psicología, además de lo bonito que resulta imprimir un "sello" en trabajos de grupos muy dispares.


De Jaca a Madrid, pasando por Zaragoza. Entrevistadora y entrevistado compartimos vivencias en la planta de arriba del Café Comercial. 


Texto de ANDREA GARCÍA UBIETO 


Ha compartido escenario con figuras imprescindibles del pop-rock español como Carlos Tarque de M-Clan, Rubén y Leiva de Pereza, Amaral o Álvaro Urquijo de Los Secretos.

Músico de estudio, ha hecho coros con grupos como La Quinta Estación o La Cabra Mecánica. Voz, guitarrista y co-fundador de la banda La Tercera República, ha formado parte de Tequila en su vuelta a los escenarios. Y, ahora, se embarca de nuevo en la aventura de carretera junto a uno de lo más grandes del rock patrio: Loquillo.



- Cómo comenzaste en el mundo de la producción.

Un poco de la mano de Alejo Stivel. Él me empezó a llamar para grabaciones, para colaborar con él como músico de estudio. Pronto empezó a delegar en mí labores de producción, cada vez de más responsabilidad, hasta que me dio la producción asociada de un disco, que es una especie de eufemismo para camuflar que él no está en el estudio y en realidad la producción la hago yo, la dirijo yo. Digamos el día a día, aunque siguiendo sus parámetros, su dirección. Así poco a poco hasta un disco que, a posteriori, fue importante, pero que no sabíamos que iba a serlo: el primero de La Oreja de Van Gogh. Mi olfato allí me falló estrepitosamente. Fue un disco que ya hice al completo, es decir, dirigí la producción. Insisto, bajo la dirección de Alejo, pero me encargué de ello yo solo. Y a partir de ese vinieron todos los demás. Era una época muy buena. Había mucho que hacer.

- La figura que has comentado del productor asociado es una figura un poco más desconocida si cabe, está un poco más detrás del productor.

Si la figura del productor ya es desconocida en España, la figura del productor asociado ya es una “marcianada”. En realidad, como casi todo, viene del mundo anglosajón. Productor asociado vendría a ser como el segundo de a bordo de una producción, pero que en realidad es el que está más en el día a día.

- Quizás Alejo estaba más luchando con las discográficas.

Claro, llega un momento en que Alejo Stivel era una marca. Emilio Stefan por ejemplo, en el mundo de la canción latina y en Estados Unidos, produce discos y ni siquiera conoce a los artistas, o va un día al estudio y les saluda. Es la marca, pone “producido por”. En realidad la producción la llevan y la dirigen productores asociados. Insisto, él tiene siempre la última palabra. Cada X días va al estudio, chequea lo que se está haciendo y corrige el tiro si está mal enfocado.

- Guitarrista, cantante, músico de estudio, compositor, letrista y productor. Cada vez más (con la crisis) se tiende a un productor “multitarea” que reúna muchas facetas. Tú las tienes. 

Sí. La crisis está haciendo que en todos los ámbitos laborales se tienda a diversificar las labores, porque es imposible quedarse en una sola cosa, no da para tanto una sola tarea. Por lo que yo veo en todos los ámbitos laborales está sucediendo así. El mío concretamente no se queda fuera de eso. Además, son tareas que están interconectadas, están interrelacionadas, tampoco sabría decirte por qué una lleva a la otra. Hay veces que es pura necesidad. Un productor para ser productor lo normal es que sea músico también. Aunque no es estrictamente necesario, tiene mucha lógica que conozca la música desde el lado del “producido” dijéramos. También tiene lógica que muchos músicos derivemos en productores porque cuando has grabado muchos discos como “producido” te gusta ver la labor del productor y dices: “esto lo quiero hacer yo también”. A mí siempre me encantó.

- También hay otros que son ingenieros de sonido.

Exacto. Yo quizás en las labores técnicas no me he metido demasiado, aunque tengo muchas nociones. Pero no es lo que más me llama. Es más dirección artística. Por eso siempre necesito trabajar con un ingeniero. También me puedo poner a los mandos, pero prefiero que lo hagan los que más saben.

- Muchos productores comienzan como músicos de estudio. Pero no todos valen. Ahora que se habla tanto de competencias, ¿qué cualidades crees que debería tener un buen productor?

Un buen productor tiene que tener muchas cualidades. Aparte de las puramente artísticas, hay una cualidad para mí indispensable: el factor psicológico. Tienes que ser un dominador de las emociones, de las reacciones lógicas humanas, saber dominar un poco todo ese terreno. Y también tienes que ser un tanto “manipulador”, en el sentido más benévolo de la palabra. Manipular en el sentido de que, el artista que está grabando está sometido a mucha presión, muchas veces es el disco de su vida, se está dejando todo en el estudio y cualquier cosita le afecta. El estado emocional, algo que le salga mal o que le salga bien y se venga arriba y se crea que tal… Entonces tú tienes que atemperar eso. Tienes que calmarle cuando está nervioso, excitarle cuando está aburrido, ser un poco manipulador. El mundo de las emociones y de la psicología creo que es importantísimo, básico para la producción.

- Justo te lo iba a preguntar, si el productor tiene que saber un poquito de psicología.

A veces hasta límites extremos, no te puedes imaginar. Porque se dan situaciones muy comprometidas y, a veces muy tensas, trágicas. Llantos, golpes y portazos, todo ese tipo de cosas. Al mismo tiempo también, insisto, en el aspecto contrario, cuando alguien no está suficientemente motivado hay que saber pincharle así como con una aguja en el trasero para sacar lo mejor de él. El productor tiene que saber hacer eso: extraer lo mejor del producido. (Lo del término producido me lo estoy inventado en estos momentos (risas).

- Cómo es producir con uno de tus ídolos de adolescencia, con Alejo Stivel.

Dijéramos que eso ha cambiado con los años. Al principio, todo un sueño. Luego, lo vas normalizando. Cuando vivía en Jaca era los años boom de Tequila, además fue cuando tuve mi primer grupo en 1980, Pócima. Íbamos a mi casa y nos poníamos delante del espejo a imitar los movimientos. Eso te marca mucho. Quién me iba a decir a mí en esos momentos imitando a Ariel Rot que años más tarde iba a tocar yo en Tequila o iba a trabajar con Alejo Stivel en su estudio.

- ¿Qué opinas acerca de bandas que, como Amaral, hayan decidido autoproducirse y alejarse un poco de las grandes discográficas?

Si soy totalmente sincero, no tengo una opinión formada al respecto. Me parece bien, tampoco voy a defender eso a capa y espada. Me parece una decisión tomada con autoridad y con todo el derecho del mundo. No sé si les está yendo tan bien como les iba con la multinacional, supongo que se sienten más libres a nivel artístico. Y, es probable que, como el pastel se ha reducido mucho, la parte que se llevaba la compañía ahora se la llevan ellos o la comparten con gente contratada: alguien que les lleve el marketing, la promo, etc. Me imagino que a nivel económico les será rentable, a nivel artístico también, son mas dueños de lo que hacen. No están sometidos a la presión de la discográfica. Entonces me parece bien, creo que es un buen camino. Ellos lo pueden hacer. Tienen suficiente colchón económico, de feedback y de prestigio. Tienen un aval, no todo el mundo puede. Otros están en la trinchera y no les queda más remedio, pero estarían deseando firmar un contrato con una multinacional.

- Los proyectos de La Tercera República fueron auto-producidos artísticamente. ¿Qué complicaciones surgen al auto-producirse?

Fueron autoproducidos artísticamente,  la producción ejecutiva era de Warner.

Artísticamente, es raro. Es una sensación extraña. No es poco habitual que un artista se autoproduzca artísticamente, pero es extraño porque el nivel de exigencia que pides en otros es raro exigírselo a uno mismo. La verdad es que es una cuestión peculiar. Si nos autoprodujimos fue porque no teníamos un productor. A mí me habría encantado trabajar con un productor americano, lo que pasa es que no había pasta para pagar un buen productor. Ponerse en manos de un buen productor es lo mejor que le puede pasar a un artista. Incluso yo que he sido producido y productor. Paul McCartney llama a un productor para grabar sus discos.

- Uno no se ve los errores.

Claro, estás contaminado de ti mismo, las manías, vicios mecanizados, que no te has planteado que puedan funcionar de otra manera. Un acorde para ti es así. No te planteas que venga otro y te diga: "oye, ¿y si lo haces así?" Muchas veces a mí me ha pasado, el tener que meter con calzador arreglos, como te decía, con mucha psicología y mucha mano izquierda. Porque muchas veces la gente cree que le estás cambiando su canción, que se la vas a estropear. No hombre, intentamos mejorarla, no tengo ninguna intención de estropear nada.




- Háblanos de Hot Legs, ¿volverán? ¿Habría una opción de producir alguna vez material (ya sea de estudio o en directo) de esta curiosa formación?

No, no creo. Hot Legs ha tenido una continuidad en un grupo que se llama Gran Cañón. No he podido trabajar en ese proyecto por incompatibilidad de calendarios. En Madrid me subí a tocar un par de canciones con ellos. Pero tenía incompatibilidad de calendario y de intereses de oficinas de management con la oficina de Loquillo que es con quien trabajo y a quien me debo en cuerpo y alma. Hot Legs, Gran Cañón o los Rollers son proyectos que hacemos básicamente para pasárnoslo bien. Yo diría que casi exclusivamente para pasárnoslo bien. Sobre todo en periodos entre giras. Los meses de invierno (diciembre, enero, febrero) que Leiva no tiene nada, ni Carlos ni yo. Nos juntamos para pasarlo bien. Es material en inglés, son versiones con canciones que nos gustan. Llevar eso al estudio es otra cosa. Lo que nos gusta es ir a una sala de 500, 600, 800 personas, sudar como locos y poner a la gente a botar. Porque eso muchas veces lo hemos perdido en nuestros respectivos proyectos. Tú estás en la Plaza Mayor de Salamanca tocando para 40.000 personas con Loquillo y es una buena historia y te lo pasas muy bien, pero echas de menos el garito. Ya no hay humo, pero yo recuerdo esos garitos donde tocábamos llenos de humo. Son momentos muy bonitos y muy excitantes.

- ¿Qué ventajas y desventajas ves frente a una segunda producción de una banda? Sobre todo tras un superventas.

Muy buena pregunta. Hay una frase que dice para un artista: para hacer el primer disco tienes toda la vida, sin embargo para hacer el segundo a veces tienes sólo unos meses. Porque nunca sabes cuándo va a ser el primero y a veces los artistas se pegan años hasta que consiguen entrar en un estudio. Si eso es un éxito, a los cinco meses la compañía ya les está pidiendo otro. Con lo cual, del primero al segundo, generalmente hay una diferencia abismal en todo. En ilusión, en responsabilidad, en nervios, en presión.

- ¿Cómo te enfrentas a la producción del primer proyecto de un artista o banda?

Obviamente hay una casuística particular en cada historia, pero sí que hay un denominador común que es la ilusión con la que entra la gente a hacer su primer disco. Tienes que empatizar con eso y participar de esa ilusión. Muchas veces chavales jovencitos que llegan a un estudio, lo han visto en las películas o en la tele y dicen ¡ahí va! Están todo el día tocando los aparatos. Hay que participar en esa ilusión, pero también hay que ponerles los pies en la tierra y decir: "chicos, aquí se trabaja". Cada hora de estudio son 30 euros. Hay que aprovechar los minutos.

Y respecto al segundo, sobre todo cuando ha sido un éxito la cosa cambia muchísimo. Generalmente cambia para mal. Normalmente cuando he hecho el segundo disco de alguien echo de menos los días de grabación del primero. Hay una inocencia que ya se ha perdido, “ya no son vírgenes”. Sobre todo si ha sido un éxito, vienen al estudio con un poquito más de chulería. “A mí no me vas a engañar como en el primero”, “no me la vas a colar”. Porque en el primero todo les parece bien. En el segundo ya son "más perros". Se lo saben todo un poco más.

- ¿Hasta qué punto se dejan influir las bandas por las recomendaciones o directrices del productor?

En esto también hay todo un abanico de reacciones y de posturas. Es algo que yo con el tiempo me he acostumbrado a dejar claro antes de la grabación. No hace falta firmarlo, pero, si es necesario, se hace. Yo soy el productor: es decir, no hay ni una sola pista o toma que quede sin mi autorización o sin mi supervisión. Un arquitecto hace un edificio y el balcón se hace como haya dicho. Lógicamente todo tiene que estar consensuado y es de interés común que todo se haga de buen rollo. Pero hay muchos grupos que vienen del local de ensayo con la mente muy cerrada. Esto es así y no hay manera de cambiarlo. Entonces, ¿para qué llamáis a un productor? No os hace falta. El productor lo que tiene que hacer justamente es utilizar un criterio externo. Mi criterio profesional y mi experiencia me dicen que esto funcionaría mejor de esta manera. Intentar no robaros, no desvirtuar vuestra esencia, pero yo voy a intentar también imprimirle mi sello. Porque una cosa muy bonita de un productor es que en grupos absolutamente dispares se puede crear un nexo de unión entre todos los trabajos que haces como productor. Que tengas como un sello como productor. Un productor al fin y al cabo es un artista también. A mí me interesa mucho la faceta del productor como artista.

- ¿Crees que en España el peso del productor musical es menor o mayor en comparación a otros países?

Muchísimo menor. De hecho, no se entiende muy bien la figura del productor. Hay veces que, sobre todo los grupos así jovencitos dicen: ¿qué es un productor? ¿Qué nos vas a hacer en el estudio? No os voy a hacer nada, no tengáis miedo. Pero es verdad, no se entiende la figura del productor. Y los que lo entienden no lo valoran como en el ámbito anglosajón. En Estados Unidos, Inglaterra, los productores tienen mánager. Yo aquí no conozco ningún mánager de productor. Bueno, en Estados Unidos todo el mundo tiene mánager. Los contratistas de obras tienen mánager. La figura del mánager la asociamos con espectáculos. La palabra mánager es mucho más amplia en su sentido literal en inglés. Cuando hay un fracaso muchas veces se le achaca al productor y, cuando hay un éxito, pocas veces al productor. Hay veces que sí. Cuando hay un éxito la gloria lógicamente se la lleva el artista, el que da la cara. El productor se queda en el estudio haciendo el siguiente disco.

- Quizá los medios de comunicación han sido los culpables, no han dado tanto énfasis a esa figura. Por la cultura de aquí.

Sí, totalmente de acuerdo. Y por la cultura. Es todo un entramado. No sé si fue antes la gallina o el huevo. Un poco viene dado así históricamente.

- Como el malo de la película.

Exactamente, el malo. El que te va a desvirtuar, el que te va a robar, el que va a transformar tu genial obra. Y no es así. En Estados Unidos no es así. El productor es el productor. Qué suerte que te ha producido nosequién.

- ¿Cuántas horas de estudio se pasan de media para un proyecto?

Ahora con la crisis el timing de los proyectos ha cambiado radicalmente. Han cambiado los presupuestos, todo. Te puedo hablar de algo estándar: un LP de doce canciones generalmente se hace en 20-25 días/sesiones, a 8 ó 10 horas por día. Ahora intentamos optimizar el tiempo de estudio para que no salgan tan caras las producciones, antes se tomaba con más calma porque había presupuesto. Los presupuestos eran razonables y te daba tiempo a repetir cosas, a redirigir la producción si estaba yendo mal. Ahora no, hay que calcular muy bien los tiempos para no salirte del presupuesto. A mí me gusta grabar mucho por la mañana, se rinde mucho más. Quizá porque ya voy cumpliendo años soy más de la mañana que de la noche. En Estados Unidos empiezan las sesiones de grabación a las 8 y media de la mañana o las nueve. Aquí se empiezan a las 10 o 10 y media. Estamos en España.

- Cuál ha sido tu mayor reto (que se pueda contar) como productor.

Guau. No sabría qué decirte porque en cada producción intento implicarme al 100 por cien. Y soy muy visceral en todo lo que hago. Hace poco he producido un disco de Gabriel Sopeña, insigne e ilustre zaragozano. Es un disco que todavía está por salir. Este disco para mí supuso un reto importante porque Gabriel es muy amigo mío desde hace 25 años. Un artista al que yo respeto muchísimo y como ser humano también. Extraordinariamente inteligente y audaz, rico en todo. Lo que pasa es que él había empezado ya esa producción por su cuenta y tuve que utilizar cosas que ya venían grabadas de antemano. Fue complicado por eso. Para mí, un poco duro al principio, me hubiera gustado resetear y empezar de cero, pero no era posible por cuestión presupuestaria. Supuso un gran reto utilizar cosas que ya me venían dadas, seguir imprimiendo mi sello. Y, encima, dar lo mejor de mí para que quedara el mejor disco posible de alguien como Gabriel Sopeña, que me importa mucho en la vida.

Desgraciadamente, aunque uno se intente implicar, hay discos que te importan menos. Lo termino y ya está. Y no lo vuelves a oír. Un día estás haciendo la compra en el supermercado y dices: "uy sí, aquello que hice". Pero con Gabriel yo quería dar lo mejor de mí. Además fue uno de los primeros que hice absolutamente desligado de Alejo. Por mi cuenta como productor (no asociado).

- Después de tantos trabajos producidos, ¿crees que se podría hablar de “marca personal” Josu García, de un sello?

Puede ser, no sé si todavía. Yo creo que aún me faltan unos cuantos para poder decir eso. Pero puedes ser, sí. Con el tratamiento de las voces, el tratamiento de las guitarras acústicas. Hay aspectos en los que soy especialmente perfeccionista, que me interesan más como productor. Hay gente que dice: el otro día oí tal y dije, esto lo ha tenido que producir Josu. Porque sonaba a ti. Eso para mí, es genial. Me enorgullece muchísimo. Lo que pasa es que tampoco sé si yo soy capaz de distinguirlo. Eso es más perceptible por alguien de fuera que por mí mismo.

- El tiempo es crucial en las producciones. Cómo enfrentas y canalizas la presión en un proceso artístico como la grabación de un disco, para que no te afecte ni a ti, ni al artista.

Con cuidado y, sobre todo, creo que es una cuestión de experiencia, de saber administrar los tiempos. Al final te acostumbras. Se trata de optimizar el tiempo siempre. Y, también, saber cuándo hay que parar, cuándo hay que descansar, cuándo puedes permitirte un rato de chistes, de ocio. Hoy no sale nada, vamos a tomar un café o un asado argentino. Pero sabiendo que, a la vuelta, vamos a aprovechar mucho más el tiempo. La presión del tiempo es siempre una espada de Damocles, es algo que puede enturbiar mucho una producción.

- Es que aunque tengas todo supermedido y milimetrado, es un proceso creativo.

Y sometido a imprevistos. Es algo que puede pasar. Que se estropea algo en el estudio, que el cantante esté con 38 de fiebre en la cama. Hay cantidad de circunstancias que hay que tener en cuenta cuando uno hace el planning de una producción. Intentas reservarte un margen para imprevistos.

- El presupuesto de las discográficas también es un reto para el productor. Cómo se enfrenta el productor ante tales recortes en la financiación de proyectos musicales.

Para empezar, uno mismo tiene que bajarse el caché, el sueldo, llámalo como quieras. De hecho, ahora mismo, trabajando el doble, ganamos la mitad que hace 6 ó 7 años. En todos los ámbitos laborales es así. Sobre todo en las profesiones libres. Todo el mundo ha tenido que bajarse los honorarios. Es difícil porque, en función del presupuesto que haya, me puedo ir a un estudio más caro o a uno más barato. Hay veces que te dicen: oye, pero por qué no nos vamos al estudio donde grabaste el disco de… Porque no se puede, no hay dinero. Ahora hay mucha gente que se autofinancia los discos. Jóvenes que se van todo un verano a trabajar por ahí. Estudiantes que se pagan el disco con ahorros o “daddy records” es un término que utilizamos internamente para decir “los discos pagados por papá”. Te tienes que reunir con el padre, que no entiende, porque quiere ver dónde va su dinero. ¿Cómo te enfrentas? Con resignación y buena cara, porque realmente es dramático. Si al final de la producción, divides lo que has cobrado por horas, es increíble. Lo que pasa es que uno no lo divide por horas. Te haces otro cálculo mental para no caer en la depresión. Otra cosa que se hacía antes era intentar suplir los bajos presupuestos por un royalty. Tengo menos fee pero me das un royalty. Ahora, royalty de qué. Imposible, no va a haber beneficios. Habrá de los conciertos, de las ventas ya no hay beneficios.

- Porque las tecnologías han supuesto un cambio para mal, pero también para bien con los Home Studios. Antes igual se iba al estudio con menos material preparado y ahora lo puedes llevar mucho más perfilado.

Totalmente. Los Home Studio que teníamos hace 20 años ahora son de risa. Con un portátil y un Garage Band puedes hacer una demo de bastante calidad. Las nuevas tecnologías en ese sentido y en otros han ayudado. No a las descargas, no, no a las descargas ilegales. A mí me encanta que la gente se descargue música, lo que quiero es que la pague, porque el soporte me da igual. No es que me parezca bien, es que es el signo de los tiempos. Nos estamos metiendo en un entramado complicado (risas).

- Los Peces, Ángel Petisme, Gabriel Sopeña de Zaragoza, LODVG de Donosti, te falta producir una banda jacetana para ir acorde a tus raíces.

Sí sí, me encantaría (se ríe). La verdad es que estoy muy despistado, supongo que habrá grupos de rock, allí en Jaca. Yo tengo un amigo con el que hice mi primer grupo (en Jaca) y él ha seguido teniendo grupos, el otro día me mandó un par de canciones. La “Aragón connection”. Con Carmen París también tengo mucha amistad, toqué con ella en un grupo de versiones hace años.

- Has cumplido muchos de tus sueños. ¿A qué artistas te gustaría producir y todavía no lo has hecho?

Qué buena pregunta. Me encantaría producir un disco de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, uno de mis grupos preferidos de toda la historia. Señores de 70 años que han supuesto para mí una gran influencia y un modelo a seguir. El otro día les estuve viendo, están en activo todavía. Me encantaría producirles su disco de despedida, por ejemplo. Sería una buena historia.

- ¿Tu estudio de grabación ideal?

Uf, Abbey Road.

-        ¡Para quién no!. ¿Y aquí, de Madrid?

Audiomatic, que es el estudio de José María Rosillo, donde vengo haciendo todas mis producciones. Las que puedo desde hace un par de años o así. Es un estudio que combina lo mejor de la tecnología más puntera y más actual con lo más añejo y lo más válido de la tecnología analógica y antigua. Está por superar. Lo mejor de antes y lo mejor de ahora. Aparte de un diseño y un ambiente muy 70s, con moqueta. Es un entorno muy agradable para trabajar.

- Con tantos amigos en la industria, para cuándo un disco de duetos (más bien tríos) de LTR. Con Álvaro Urquijo (Los Secretos) y Sorprendentemente incluida, por favor.

Claro. La verdad es que nunca nos lo habíamos planteado. Pero lo tendremos en cuenta. Por qué no.

- Trabajas en un sector apasionante y que genera mucha expectación. Has trabajado con parte de los artistas más importantes del pop y rock español de las últimas décadas. ¡Para cuándo el libro! (Yo te ayudo a escribirlo).

Pues te voy a decir una cosa, de verdad. Nunca se me había ocurrido. Pero te recojo la apuesta, además estoy escribiendo una novela, llevo mucho tiempo con ella, me gusta mucho escribir. Yo te invito desde aquí a juntarnos cada cierto tiempo, yo te cuento, tú me grabas y escribes. Y los beneficios a medias (ríe).

- Un compañero de profesión (productor) al que admiras.

Carlos Raya, por ejemplo. Muy buen tío, muy buen músico y muy divertido.

- Has producido numerosos jingles publicitarios para marcas como Amena, 11811, Amstel, entre otras. ¿Te sientes cómodo trabajando para las marcas?

Sí, me gusta mucho la publicidad. La música para la publicidad me encanta. Además, es un campo que aunque está afectado por la crisis y por los presupuestos, está menos afectado que el mundo discográfico. Todavía es posible en grandes campañas irte a grabar una orquesta de cuerda a Bratislava. Todavía hay presupuestos para esas cosas. Puedes hacer cosas muy bonitas. En 20 segundos se pueden hacer cosas realmente hermosas. Con mucha calidad. Me gusta, de hecho sigo haciéndolo y me gustaría seguir. Me gusta mucho producir jingles, me encanta. Nunca he hecho una banda sonora pero sí que he hecho sintonías para programas de televisión. He hecho una con Gabriel Sopeña para un documental de historia que va a lanzar la televisión aragonesa.

- Desde tu punto de vista como productor: ¿A qué nivel crees que se encuentra la música en la estrategia de marketing de una empresa?

Sigue siendo rentable, sigue habiendo presupuestos. Es que la difusión que tiene la publicidad ya no la tienen los discos.

- Qué opinas de los patrocinios musicales de grandes marcas para impulsar grupos emergentes. ¿El futuro está en la producciones patrocinadas?

Sin ninguna duda. Siguen teniendo dinero, todavía pueden apostar y sacar un beneficio. Las compañías discográficas no pueden invertir dinero porque no tienen de dónde recuperarlo. El negocio de las compañías discográficas, desgraciadamente, se ha terminado básicamente. Las marcas recuperan lo que invierten en publicidad. Que un grupo tenga detrás el logo de no se qué marca de cerveza o de caramelos, para mí es el futuro. Además, creo que está muy bien. No tengo ningún escrúpulo, me parece estupendo. Hay mucha hipocresía al respecto. Las marcas. Sí, qué pasa. Las marcas están en todos lados, aquí nadie se salva de nada. Vivimos en un mundo rodeado de productos y objetos de consumo y el que diga que no está mintiendo como un bellaco.

- Muchos dicen que el 2014 va a ser la consolidación del crowdfunding cómo método para financiar proyectos musicales. ¿Cómo puede afectar a los profesionales de la producción?

Espero que para bien. Tengo unos amigos que han recaudado un buen dinero. 10000 euros. Con ese dinero se puede hacer un disco.

- De “micro” solo tiene que las aportaciones suelen ser pequeñas. Se puede llegar a presupuestos grandes.

Sí. Lo que pasa es que creo que todavía no está bien perfilado o es que a mí todavía no me ha entrado del todo. Esto de la aportación popular, de que todo el mundo te pague por adelantado el disco, no digo que esté bien ni mal. Me parece un poco perverso de alguna manera. O por lo menos, yo no lo entiendo todavía demasiado bien. Te compro el disco por adelantado, te lo pago y entre muchos así lo puedes grabar. Ostras, me parece un poco raro. Espero que todo esto vaya bien, de hecho, a mucha gente le ha servido.



- Vamos a hacer un repaso a algunos de los trabajos más importantes de tu carrera como productor:

LODVG

- Dile al sol. ¿Crees que marcó una nueva época? Para los que crecimos con este disco, sin duda.

Puede ser, para los que lo vivisteis. Para los demás, creo que no. Sinceramente, creo que es un disco muy importante porque fue el punto de partida de un grupo importante. Pero bueno, para mí por ejemplo, lo considero un disco más. Me encanta que haya vendido más de un millón de discos. Estoy orgullosísimo. Es más importante para quienes lo vivisteis como un evento cultural de primer orden de manera coetánea. Me venía lejos a nivel de estilo. En mi casa oigo muy pocas cosas de las que hago.

- Muchas de las canciones que se desecharon para este disco se editaron en el recopilatorio como parte de las “Rarezas” de Más Guapa. Imagino que hay canciones que, con el tiempo, pueden encontrar su hueco o reciclarse.

Sí, sin duda. De hecho, lo de las canciones es muy curioso. Aunque no soy yo el que se invente esto, a veces parece que las canciones tienen vida propia. Hay canciones que tienen un recorrido más largo, otras un recorrido muy corto, otras que sobreviven cinco décadas más tarde siguen siendo importantes para gente que las descubre por primera vez y hay otras que están ocultas, están latentes y que, de repente, surgen y es como si hubieran sido compuestas en ese mismo momento. Es muy curioso.

Amaral

- ¿Qué aprendiste de haber trabajado con ellos? Has dicho alguna vez que Eva te impactó mucho.

Mucho, me impacta todavía. Somos muy amigos. Es una tía con un carácter salvaje que me encanta. Me parece la Lola Flores del pop español. En cuanto a raza y en cuanto a fuerza. Una tía con una fuerza increíble. Me gustó mucho esa época. Era una artista emergente, todavía no había pasado nada. Hacíamos giras por lugares tremendos. Recuerdo giras por Galicia tocando para 50 personas. Eva parecía que estaba tocando en el Madison Square Garden. Con los ojos cerrados, descalza.

Además luego, viendo lo bien que les ha ido, también he aprendido que la fuerza de voluntad es muy importante, el tesón y el creer en uno mismo. Ellos creían mucho en su proyecto desde el día número uno. Creían a muerte. Yo recuerdo que Juan me decía: “Esto va a funcionar seguro”. No he visto a nadie decirlo con tal convicción.

Los Peces, Nena Daconte, Belén Arjona y Sara de Rubia

- Clara, Mai, Belén y Sara: Voces muy singulares del pop español. ¿Cómo es trabajar con mujeres? ¿Qué cualidades podrías destacar generales de trabajar en el mundo femenino?

No sé cómo será con otras. Yo sé con las que he trabajado. Es lo mismo trabajar con mujeres que estar, cenar o hablar con mujeres. Es una sensibilidad especial, el universo femenino es diferente al masculino y uno tiene que saber parámetros, códigos. En algunos casos hay que tener más cuidado con cómo dices las cosas, con el ego, la inseguridad, la prepotencia, el orgullo. Son mujeres.

Sabina

- Grabar uno de los álbumes imprescindibles de Sabina y de la música española del último siglo, ¿da vértigo? (19 días y 500 noches)

Sí, sin duda. Impacta, porque además ese disco era muy especial. Alejo puso como condición que en ese disco no iba a participar la gente que colabora siempre en todos los discos de Sabina: Pancho Varona y Antonio García de Diego. Era doble o nada la apuesta. Sabíamos mientras grabábamos el disco que era el disco más importante de Sabina y que iba a ser el disco más importante de su carrera. Algo que luego ha sido así. Dicho por él, por los críticos, la prensa. Dicho por las cifras de ventas. Es su Sgt. Pepper's.

- ¿Y lo sabíais de antemano?

Lo intuyes cuando lo estás grabando. Estábamos haciendo una barbaridad de disco. Lo sabíamos. Es algo que se respira. Es intangible, no te lo puedo explicar. Tienes esa sensación.

- Quizás lo has tenido de otros también y luego no ha sido así.

No creas. Generalmente en eso no me ha solido fallar el olfato.

Iguana Tango

- El Debate de Gran Hermano. Aunque parezca mentira, de los poquitos programas donde se podía escuchar algo de música en directo en TV.  ¿Qué te pareció la oportunidad que les brindaron , aunque un tanto extraña?

Me parece muy bien. Era un poco bizarra, es cierto. Es una fórmula copiada del mundo anglosajón, allí es mucho más habitual el tema de shows en directo. Aquí es más extraño. Me parece muy bien, de hecho les fue muy bien, les sirvió mucho.

- Despistaos se han separado después de 10 años, Melocos lo van a hacer en breves… Grupos que produjiste en sus inicios se han separado o lo van a hacer. ¿Cómo reaccionas?  

Es ley de vida. Los grupos y los artistas tienen su recorrido y siempre que no haya dramas, siempre que la ruptura sea más o menos amistosa me parece que está bien. Muchas veces luego hemos ganado en carreras en solitario que nos las habríamos perdido si no se hubieran roto algunas formaciones. Si de ahí sale algo bueno, me parece muy bien.

- ¿Cómo influye y reacciona la figura del productor ante la decisión de separación de una banda? ¿Has vivido esta situación?

No me ha pasado nunca. No recuerdo ningún caso así. Sí discusiones, peleas de matrimonio en el estudio. Tienes que mediar.

No se lo digas a mamá

- Una apuesta que parecía algo menos “mainstream” dentro del pop español. ¿Cómo fue trabajar con ellos?

Bien, lo recuerdo con mucho cariño. Unos chavales extraordinarios, con mucha ilusión y con buenas canciones. En ese momento, la industria estaba empezando a hacer aguas por todos lados, pero si ese grupo hubiera salido a principios de los 90, por ejemplo, hubiera sido un pelotazo seguro. Lo tenían todo. Buenas canciones, estaban muy bien. Como uno de tantos proyectos que luego se malogran, no por una causa sino por muchas.

- Dentro de tu faceta de compositor para terceros nombras artistas tan diferentes como Verónica de OT o el sobrino de Lola Flores. ¿Cómo es producir tus propios temas, pero cantados por otros? ¿Qué dificultades y ventajas encuentras en este proceso, frente a producir a una banda con repertorio propio?

En esos casos por ejemplo, yo actué como compositor de oficio. Con lo cual, ya te estás imaginando cómo va a quedar. Lo estás haciendo para que lo haga ese artista. Como en ese caso lo he hecho previamente, sabiendo que esa canción la va a cantar ese artista, cuando está cantando es un poco cerrar el círculo. Ya me cuadra. Otra cosa es canciones que están en el catálogo y que de repente una editorial te la pide y la canta nosequién. Entonces ahí sí es un poco más chocante. Pero está muy bien. Todo son como ejercicios.

- De Circodelia, a Andy y Lucas, Rosa, Kiko y Shara o Julio Iglesias Jr. Parece que estás abierto a muchos estilos musicales diferentes.

Absolutamente. Y todas las propuestas tienen su encanto y su gracia. Por ejemplo Julio Iglesias Jr. fue increíble, nunca me lo he pasado tan bien grabando. Es un chaval maravilloso, divertidísimo. Había que decir, basta por favor, que me duele el estómago, vale de reírnos y vamos a trabajar. Artísticamente, él mismo sabía que no sabía cantar. Estaba todo el día imitando a su padre. Era muy muy divertido.

- Hablemos un poco de 84.

Guau, mis niños.

- Con un sello patrocinado. Muy buen rollo con Tequila y Los Secretos. Voces muy bien compenetradas. Desde mi humilde punto de vista, el grupo que más tiene el sello Josu García, en cuanto al estilo de La Tercera República.

Sí, sin duda, muy bien visto. Ahora, han grabado un disco en el que he tenido el honor de colaborar en una canción. Va a salir con Warner. Creo que va a ser su asentamiento definitivo. Estoy convencido de que ese disco les va a llevar muy lejos. Son unos chavales extraordinarios. Para mí son como de mi familia. A mí me llaman tío Josu. Son unos chicos con los que he trabajado desde que eran muy jovencitos, les conozco desde que eran críos. Venían sus padres a hablar con nosotros.

- Les guiaste desde el principio.

Sí, les he moldeado. Ahí he volcado todas mis pasiones y lo que más me gusta. Con la suerte de que a ellos les gustaba todo lo que yo les enseñaba. Y muy bien visto, yo me reconozco mucho en su trabajo. Incluso ahora que ya se han ido de mi mano, sigo reconociéndome en su trabajo. Y soy fan totalmente. Me parecen el relevo.

- Te iba a preguntar: ¿Se podría hablar de herederos de LTR?

Sí, absolutamente. A nosotros nos decían que éramos herederos de Los Secretos o de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán. 84 son nuestros herederos, sin duda alguna. Estaría muy bien hacer un concierto de las 3 generaciones, me decía Pablo, mi socio de LTR.


Como dicen siempre LTR… ¡Salud, Amor y Canciones!

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